Donde las luces no brillan más, 

Bajo el adiós de tu alma,

donde el cielo emite el canto de la paz,

y las estrellas suspiran por quien en la tierra se llora, 

donde el sol pierde su esplendor,

y el ser humano exhala la vida,

surge la pregunta de los vivos,

Quien perdurará en medio de los tiempos?

Etérea es la vida y efímera la existencia.

Pero qué  en esta tierra es eterno?

Quien conocerá lo inconmensurable del Ser?

En agonía y dolor se despide al muerto,

lloran los vivos al rededor  del lecho fúnebre, 

mientras los angeles caminan de la mano del alma que se desliga de su cuerpo vano y corroído, 

por las escaleras doradas que conducen a lo eterno,

El consolador principe de justicia y amor, 

Atraviesa los cielos y desciende cual ave gloriosa,

Otorgando la paz y la esperanza a aquellos que han perdido a quien aman.

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