Dicen que hay catorce curas

Dicen que lo mío se nos va

Dicen que no te volveré a ver

Que los domingos terminan mal

Dicen que se ha roto la albura

Que todo ésto se caerá

Dicen que no habrá amanecer

Y la noche nunca acabará

Se rumora una luna llena

Una terraza vacía y sin peldaños

De compañía un aire seco

Y de soledad unos cien años

Una sensación poco serena

como una película de antaño

o una intención a medias

a paso cansado cada peldaño

Hay rumores de camas vacías

De ungüentos y juegos de manos

Algunas pastillas para soñar

Y que el amor aquí es el villano

Se hablaron algunas mentiras

y cuentos excesivos de verano

de aquellos de nunca terminar

que podrían cantarse con piano

Dicen que no puedo dormir

Se dice que no sé querer

Que paso mis días borracho

Y hace días no veo el amanecer

Se anuncia un mal porvenir

que no sabemos ya qué hacer

que soy un simple muchacho

y lo único que hago es perder

También dijeron mentiras

Que aquí hubo culpables

Que no veía la luz del día

Que solo fuimos amantes

Me quedo con sus pupilas

sus gestos y ser tan amable

con ganas de decirle: «¡María!»

ojalá todo fuera como antes.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS