Bala a traición

Álvaro se encontraba en el parque del Retiro sentado en un banco, esperando a que la mujer que la había traicionado apareciera con su novio. Álvaro tenía 27 años, y aún no se había desvirgado, y esta era la mujer con la que parecía y él tenía el presentimiento de que se desvirgaría con ella.

5 meses antes, fue cuando la conoció por instagram, todo parecía ir bien e inclusp iban a quedar, hasta que un día de los que se estaban conociendo, Álvaro decidió mandarle una foto de cómo era él actualmente, y ella le dijo que no era su tipo, y entonces fue cuando Álvaro se vino abajo, y decidió seguirla para ver lo que hacía con su vida.

La siguió andando hasta la Gran Vía de Madrid, donde se encontró con su actual novio, Álvaro se encontró muy fustrado, y quería acabar con la vida de su novio. Hasta que se le ocurrió una idea, cuando venía un autobús, Álvaro pasó por al lado de su novio aprovechando que Marta se encontraba comprando castañas, y chocó con él, al pedirle perdón, el chico se dio la vuelta y no se dio cuenta de que venía el autobús.

El autobús lo arroyó por completo y Marta se dio la vuelta tras escuchar el chillido la gente, rompió a llorar y se acercó rápidamente a su novio, y mientras tanto, Álvaro se ocultó entre la multitud con un rostro siniestro y de psicópata, hasta que se perdió entre la multitud.

Pasaron unos días, y Marta seguía destrozada, y se encontraba en el cementerio viendo la tumba de su ex-novio.

Álvaro también la siguió hasta allí, y cuandi Marta ya se iba a ir, se topó con él. Le sorprendió bastante verle allí.

-Vaya, Álvaro, ¿qué haces aquí? -preguntó Marta sorprendida.

-Hola Marta, ¿te alegras de verme? Estoy aquí porque he venido a visitar la tulba de mi abuela. Un lugar muy extraño para conocernos en persona, ¿no crees?

-Sí, la verdad es que sí…

-¿A qué has venido Marta?

-He venido a ver a mi difunto novio.

-Oh, cuánto lo siento. ¿A dónde vas ahora?

-Voy a casa de mi abuela.

-Si quieres te acompaño

-Vale, cómo quieras.

Esa mañana, Álvaro llevaba su arma en su abrigo y tenía el presentimiento de que acabaría desenfundándola. Al llegar a la casa de la abuela de Marta, su abuela, María, les invito a un té. Conversaron un rato hasta que Álvaro sacó su arma y les apunto a las dos.

-Quietas las dos, zorras -dijo Álvaro apuntándoles con su arma.

-Álvaro, ¿qué haces? -preguntó Marta asustada.

-¡Que he dicho que quietas u os disparo!

-Hijo, tranquilízate, ¿qué es lo que quieres? -preguntó María.

-Quiero que os desnudéis y os beséis con lengua.

Lo que les pidió Álvaro fue muy macabro, pero no yenían más remedio que ceder y hacerlo. Ambas se denudaron y se besaron con lengua, entonces Álvaro se tocó su aparato reproductor.

-Bien, ahora quiero que folléis, que folléis duro.

-Álvaro estás enfermo -dijo  Marta.

-Cállate perra.

-Oye Carlos, tengo que ir al aseo, no puedo follar meándome -sugirió Marta.

-Está bien, ve, pero cómo tardes o hagas algo sospechoso te mato.

Marta se dirigió hacia el aseo y cerró la puerta muy suavemente con pestillo para que Álvaro no la oyera. Había dejado su móvil ahí cuando había ido antes al aseo. Lo cogió y no dudó en llamar a la policía nacional, llamó al 091 y en pocos minutos la policía se presentó allí.

Marta salió del aseo y fue al salón muy tranquilamente, Álvaro no dejó de apuntarla con el arma en todo momento.

Hasta que pocos minutos después, Álvaro oyó ñas sorenas del coche patrulla y vio las luces azules a través de la ventana.

-¿Pero qué has hecho zorra?

Álvaro abrió la puerta e intentó huir, pero los dos policías entraron por el portal y Álvaro solo tenía dos opciones, o suicidarse o matar a los dos policías. Decidió matarlos, fue más rápido que ellos y los mató. Después huyó de allí lo más rápido posible y Marta rompió a llorar tirándose al suelo desnuda. Su abuela María la consoló.

-Tranquila hija, ese cabrón pagará por lo que ha hecho.

-Es que abuela, ¿cómo he podido caer en la trampa de ese psicópata?

-Tranquila hija, tranquila. Todo se solucionará.

                      ***

Pasaron 5 meses, y Álvaro aún seguía pensando en Marta, cómo no sabía dónde vivía Marta, fue a casa de su abuela para sacarle la información que él quería sacarle.

Álvaro llamó a la puerta de la casa de María, y nada más abrir la puerta, Álvaro le apuntó con el arma.

-Dime en dónde vive tu nieta, dime dónde vive si no quieres salir con un disparo en la cabeza.

-Está bien… pero, por favor, no me mates. María le dijo dónde se encontraba su nieta, y Álvaro no dudó en ir hacia allí.

Esperó en su coche enfrente del portal del edificio dónde vivía Marta con sus padres. Hsdta que salió, eran slbre lss 19:30h de la tarde, y su actual novio, Eduardo, la estaba esperando en moto. Álvaro los siguió hasta dónde ellos se dirigieron, hasta el parque del Retiro. Los siguió durante un buen rato, con mucho sigilo. Hasta que llegaron a ciertobpunto en el que estana oscuro y solo habíam dos farolas alumbrándoles. Fue en ese momento cuando Álvaro salió de entre unos arbustos y les apuntó con su arma.

-Dios mío, Álvaro… -dijo Marta asustada.

-¿Te alegras de verme?, una vez más estamos aquí reunidos, todos, juntos.

-¡Déjala en paz hijo de puta! -gritó Eduardo dirigiéndose hacia Álvaro.

Álvaro le pego un tiro y lo mató, y justo después mató a Marta, y él acabó suicidándose.

Una historia espeluznante.

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