Me preguntó:
– ¿Te duelen los ojos?
Yo…
No, mi amor.
Se dio la vuelta y se fue…
Cuando regresó traía entre sus manos una toalla de papel con la que secó mis ojos.
(-…Suspiró…)
Se dio la vuelta y se fue riendo a carcajadas.
Me preguntó:
– ¿Te duelen los ojos?
Yo…
No, mi amor.
Se dio la vuelta y se fue…
Cuando regresó traía entre sus manos una toalla de papel con la que secó mis ojos.
(-…Suspiró…)
Se dio la vuelta y se fue riendo a carcajadas.
OPINIONES Y COMENTARIOS