La naturaleza sigue su cauce, de seguro y sutil cambio;

intentando depurarse, expulsa lo que la daña, señala lo que le duele.

¿Seremos capaces de entender el claro mensaje?

¿Descubriremos, al fin, qué es lo esencial?

¿Ensayaremos nuevos modos de estar en este mundo?

O ¿el egoísmo y la necedad se impondrán sobre la cordura?

Este virus mundial nos pone a prueba, evidencia la injusticia,

nos muestra vulnerables y prescindibles.

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